El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia emitió este jueves un comunicado en el que expresó su profunda preocupación por la escalada de tensión en torno a Venezuela y advirtió a Estados Unidos sobre un posible “error fatal” que podría derivar en consecuencias impredecibles para todo el Hemisferio Occidental.
“Esperamos que la administración de Donald Trump, caracterizada por un enfoque racional y pragmático, no cometa un error fatal y se abstenga de seguir deslizándose hacia una situación que amenaza con consecuencias impredecibles”, señaló el texto oficial ruso.
Además, Moscú denunció el carácter «unilateral» de las decisiones estadounidenses, que a su juicio representan una «amenaza para la navegación internacional».
El comunicado reafirma la solidaridad de Rusia con el pueblo venezolano y el respaldo al gobierno de Nicolás Maduro, al tiempo que hace un llamado a la normalización del diálogo entre Washington y Caracas y al respeto del Derecho Internacional.
En el contexto de estas declaraciones, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, advirtió el martes sobre las “declaraciones belicosas” de Estados Unidos y señaló que los planes de iniciar operaciones terrestres en Venezuela podrían “minar cualquier posibilidad de alcanzar acuerdos en la región”.
Durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo iraní, Abás Araghchi, Lavrov criticó además el silencio de los líderes europeos frente al bloqueo naval estadounidense, destinado, según él, a favorecer intereses propios en política exterior.
El martes por la noche, el presidente Donald Trump ordenó un “bloqueo total y completo” contra los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, en medio de un incremento de la presencia aeronaval estadounidense en el Caribe. Trump acusó al gobierno de Maduro de usar los recursos petroleros para financiar actividades ilícitas y aseguró que la Armada de EE. UU. rodea completamente al país sudamericano.
En respuesta, el gobierno venezolano anunció que llevará la denuncia ante la ONU por lo que consideró una “grotesca y grave amenaza”, calificando el bloqueo como un intento de apropiarse de los recursos naturales del país y una violación al derecho internacional y la libre navegación.

