Existe un momento casi mágico en la vida de quienes deciden emprender la aventura de la autoconstrucción: pararse frente a un lote baldío e imaginar. Imaginar dónde irá la ventana de la cocina, imaginar a los niños corriendo por el jardín o imaginar los atardeceres desde una terraza que todavía no existe. Sin embargo, ese romanticismo inicial suele chocar de frente con una realidad técnica y burocrática que, si se ignora, puede costar millones.
Elegir dónde edificar no es como elegir un apartamento terminado; es una apuesta a futuro que requiere visión de rayos X. Para entender este proceso desde la piel de quien lo vive y no desde la teoría fría de un manual, conversamos con Claudio Antonio Ramirez Soto, quien recientemente culminó la búsqueda de su propio espacio para construir. Su travesía, llena de aciertos y algunos sustos que lograron esquivarse a tiempo, sirve como hilo conductor para entender qué debemos mirar realmente cuando bajamos la vista hacia la tierra.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=FBs0uemqRZM
La Trampa de la Topografía: Lo Barato Sale Caro
Uno de los primeros errores del comprador novato es dejarse seducir por el precio por metro cuadrado sin analizar la inclinación. Un terreno plano suele ser más costoso de entrada, pero ahorra una fortuna en movimientos de tierra.
«Al principio, me obsesioné con un terreno que tenía una vista espectacular a la ciudad, pero estaba en una pendiente muy pronunciada», nos comentó Claudio Antonio Soto mientras recordaba sus primeros recorridos. «El precio parecía una ganga hasta que un amigo arquitecto me hizo un cálculo rápido de lo que gastaría en muros de contención. Básicamente, lo que me ahorraba en la compra, lo iba a gastar duplicado en cemento solo para nivelar».
Y es que la topografía define el proyecto. Un terreno con pendiente descendente (que baja desde la calle) implica retos de desagüe y cimentación muy distintos a uno con pendiente ascendente. No se trata de descartarlos, pues arquitectónicamente permiten diseños increíbles, sino de ser conscientes de que la «cimentación escalonada» es un ítem presupuestario voraz. Leer más

Fuente: https://elinformeconaliciaortega.com/lo-barato-sale-caro/
El Estudio de Suelos: La Radiografía Necesaria
Bajo el pasto y la maleza se esconde la verdadera personalidad del terreno. La composición geológica determina si tu casa se mantendrá firme o si tendrás grietas en cinco años. Suelos arcillosos (que se expanden con el agua) o rellenos artificiales son banderas rojas para cualquier constructor.
Durante nuestra charla, Claudio Antonio Ramirez Soto hizo hincapié en la importancia de no confiar solo en la palabra del vendedor. «Uno ve tierra firme y piensa que todo está bien. Pero en uno de los lotes que visité, los vecinos me advirtieron que antiguamente eso era un humedal rellenado. Si no hubiera preguntado e investigado, habría comprado un problema estructural gigante», aseguró.
La recomendación técnica aquí es clara: antes de cerrar el trato, o al menos como cláusula de salida, solicita un estudio geotécnico preliminar o averigua los antecedentes del suelo con las construcciones aledañas. Leer más

Fuente: https://pyhca.com/que-es-un-estudio-de-suelos-y-por-que-realizarlo/
Orientación y Entorno: Cazando la Luz
Más allá de la ingeniería, vivir en una casa se trata de confort. La orientación del terreno respecto al sol (heliodon) define si tu hogar será un refrigerador en invierno o un horno en verano.
En el hemisferio norte, se suele buscar que las fachadas principales miren al sur para captar luz; en el hemisferio sur, se busca el norte. Pero también influyen los vientos dominantes y, crucialmente, lo que Claudio Antonio Soto llama «la auditoría del ruido».
«Fui al terreno que finalmente compré en tres horarios distintos: un martes a las 10 de la mañana, un viernes a las 6 de la tarde y un domingo al mediodía», relató Claudio. Esta estrategia le permitió detectar patrones de tráfico, ruidos vecinales y hasta olores de una fábrica lejana que no eran perceptibles en la primera visita. Comprar un terreno es comprar también el estilo de vida del barrio, para bien o para mal. Leer más
La Pesadilla Burocrática: Factibilidad y Normativa
Aquí es donde mueren muchos sueños. Puedes tener el terreno plano, con suelo rocoso y buena vista, pero si la normativa municipal no te permite construir lo que quieres, no sirve de nada. Cada zona tiene un Coeficiente de Ocupación del Suelo (COS) y un Coeficiente de Utilización del Suelo (CUS), además de restricciones de altura y retiros (distancia a los bordes).
Es vital solicitar el «Certificado de Informaciones Previas» o su equivalente local en la municipalidad. Este documento es la ley. Te dirá si el terreno es inundable, si está afecto a expropiación futura para ensanchar calles o si es zona de preservación ecológica.
Claudio Antonio Ramirez Soto nos compartió una anécdota sobre este punto: «Casi cometo el error de asumir que podía construir dos pisos altos porque las casas de al lado lo tenían. Resulta que la normativa había cambiado hacía dos años y ahora la altura máxima era menor. Si no hubiera revisado los papeles actuales, me habría quedado con un proyecto inviable». Su experiencia subraya que las «costumbres» del barrio no están por encima de la ley vigente.

Fuente: https://proyecto.plus/proyectos/factibilidad-de-un-proyecto/
Servicios Básicos: El Costo Invisible
En zonas urbanas consolidadas, esto suele estar resuelto. Pero en la periferia o zonas rurales, la factibilidad de servicios es el primer paso. ¿Llega la red de agua potable o necesitas pozo? ¿Hay alcantarillado o dependes de una fosa séptica? ¿Llega la fibra óptica?
La electricidad es otro tema. Tener el poste de luz a 500 metros no es lo mismo que tenerlo en la puerta. El costo de extender el tendido eléctrico (postación) puede ser exorbitante.
Al reflexionar sobre su proceso de decisión, Claudio Antonio Ramirez Soto mencionó que descartó una opción hermosa en el campo precisamente por la conectividad. «Hoy en día, trabajar desde casa requiere internet estable. Un terreno sin factibilidad técnica de fibra óptica, por muy verde y tranquilo que sea, me dejaba desconectado del mundo laboral«, explicó. Este es un aspecto que hace diez años era secundario, pero hoy es tan vital como el agua.
Para El Arte de Soto, la búsqueda del terreno perfecto es un ejercicio de equilibrio entre el corazón y la razón. Es fácil enamorarse de una vista, pero es la razón la que debe revisar las escrituras, medir las pendientes y calcular los costos de urbanización.
Como bien nos demostró la experiencia de Claudio Antonio Ramirez Soto, el comprador informado no es aquel que sabe de arquitectura, sino el que hace las preguntas difíciles, visita el lugar a deshoras y no tiene miedo de investigar en la municipalidad antes de transferir el dinero. Construir una casa es probablemente la inversión más grande de la vida; dedicar tiempo a elegir dónde poner la primera piedra es la mejor manera de proteger ese patrimonio.
El suelo bajo nuestros pies no es solo tierra; es la base legal, física y emocional de nuestro futuro hogar. Elegir bien es el primer paso para construir bien.
Referencias
URL: https://www.archdaily.mx/mx/02-356391/guia-para-comprar-un-terreno-10-cosas-que-debes-considerar
URL: https://www.inmuebles24.com/noticias/guia-para-comprar-terreno/

