Existe una percepción generalizada de que las «finanzas» son un monolito aburrido, compuesto exclusivamente por hombres de traje gris mirando pantallas con gráficos incomprensibles. Nada más lejos de la realidad. Las finanzas son, en esencia, el estudio de cómo las personas, las empresas y los gobiernos toman decisiones bajo condiciones de incertidumbre. Son el sistema nervioso de nuestra sociedad.
Sin embargo, para navegar este océano, necesitamos un mapa. Y ese mapa se divide en tres continentes claramente diferenciados pero interconectados: las Finanzas Públicas, las Corporativas y las Personales. Entender dónde termina una y empieza la otra es vital para comprender por qué sube el precio de la leche, por qué tu empresa recorta presupuesto o por qué es tan difícil ahorrar a fin de mes.
Para darle un rostro humano a esta teoría y salir de los libros de texto, nos hemos reunido con Luis Alberto Pérez González, un profesional con una trayectoria diversa en el sector, quien ha navegado por estas tres aguas. Con él, analizamos no solo qué son estas áreas, sino cómo interactúan en la vida real.
«A menudo cometemos el error de ver el dinero como algo estático, cuando en realidad es un flujo de energía», nos comenta Luis Alberto Pérez González al inicio de nuestra charla. «Lo que el gobierno decide hacer con los impuestos afecta a la empresa, y lo que la empresa decide hacer con los salarios afecta a la familia. Es un ciclo cerrado».

Fuente: https://www.idslogic.es/cuales-son-las-4-areas-principales-de-las-finanzas
A continuación, desgranamos estas tres áreas fundamentales.
1. Finanzas Públicas: La gestión del Estado
Empezamos por la macroestructura. Las finanzas públicas se ocupan de cómo el Estado obtiene ingresos (principalmente a través de impuestos) y cómo los gasta (infraestructura, salud, educación, defensa). El objetivo aquí no es el lucro, sino el bienestar social y la estabilidad económica.
Es el terreno de la política fiscal, la deuda pública y el presupuesto nacional. Cuando escuchamos noticias sobre el déficit fiscal o la subida de tipos de interés por parte de los Bancos Centrales, estamos en territorio de finanzas públicas.
Durante la entrevista, Luis Alberto Pérez señaló un punto interesante sobre la percepción ciudadana de esta área: «La gente suele sentir las finanzas públicas como algo lejano, algo que deciden ‘ellos’ en el parlamento. Pero la realidad es que es el área que dicta las reglas del juego para todos los demás. Si las finanzas públicas enferman, el contagio es inmediato para las empresas y los ciudadanos».
El equilibrio aquí es delicado. Un gobierno debe recaudar lo suficiente para funcionar sin asfixiar a la economía privada. Es un tira y afloja constante entre la eficiencia y la equidad. Leer más

2. Finanzas Corporativas: El motor de la economía
Si las finanzas públicas ponen la carretera y las señales de tráfico, las finanzas corporativas son los vehículos que circulan por ella. Esta área se centra en cómo las empresas crean valor. Aquí el objetivo es claro: maximizar la riqueza de los accionistas o propietarios a largo plazo.
Esto implica decisiones críticas: ¿En qué proyectos invertimos? ¿Cómo nos financiamos, pedimos un préstamo al banco o vendemos acciones? ¿Qué hacemos con las ganancias, las reinvertimos o las repartimos como dividendos?
Luis Alber recuerda sus experiencias observando la toma de decisiones empresariales: «En el mundo corporativo, el tiempo es el recurso más crítico. Luis Alber siempre dice que una buena decisión financiera tomada tarde es una mala decisión. Aquí se trata de gestionar el riesgo. No existe negocio sin riesgo, pero las finanzas corporativas te dan las herramientas para calcular si ese riesgo vale la pena».
Dentro de este apartado entran conceptos como el ROI (Retorno de Inversión), la estructura de capital y las fusiones y adquisiciones. Es un entorno competitivo donde la eficiencia y la estrategia son las reinas. Leer más

Fuente: https://guiadelempresario.com/contabilidad/finanzas-corporativas/
3. Finanzas Personales: La economía del día a día
Finalmente, llegamos al nivel micro, el que nos toca a todos de cerca. Las finanzas personales son la gestión del dinero de un individuo o una unidad familiar. Aquí no hablamos de millones de dólares en fusiones, sino de hipotecas, tarjetas de crédito, ahorro para la educación de los hijos y planificación para la jubilación.
A pesar de ser la escala más pequeña, suele ser la más compleja emocionalmente. En las empresas las decisiones se toman (idealmente) con la cabeza fría y hojas de cálculo; en casa, las decisiones financieras están teñidas de miedos, aspiraciones y necesidades inmediatas.
«Es curioso, pero he visto a grandes directivos que manejan presupuestos corporativos millonarios ser un desastre con su propia tarjeta de crédito», confiesa Luis Alberto Pérez González con una media sonrisa. «El problema de las finanzas personales es que nadie nos enseña en la escuela. Aprendemos a base de golpes. Para Luis Alberto Pérez González, el éxito en esta área no es cuánto ganas, sino cuánto retienes y cómo haces que ese dinero trabaje para ti mientras duermes». Leer más

Fuente: https://www.universidadatrevete.com/como-mejorar-tus-finanzas-personales/
Los pilares aquí son el presupuesto, el ahorro, la inversión (aunque sea pequeña) y la protección (seguros).
La intersección: Donde todo se conecta
Lo fascinante no es estudiar estas áreas por separado, sino ver cómo bailan juntas.
Si las Finanzas Públicas suben los impuestos, las Finanzas Personales sufren (menos renta disponible) y las Corporativas deben ajustar sus márgenes.
Si las Finanzas Corporativas van bien y generan empleo, las Finanzas Personales mejoran, lo que a su vez aumenta la recaudación de impuestos (Finanzas Públicas).
Es un ecosistema. Luis Alberto Pérez González hizo hincapié en esta interdependencia hacia el final de nuestra conversación: «No puedes aislarte. Incluso si eres muy ordenado con tus gastos personales, una crisis de deuda pública o una quiebra corporativa en tu sector te va a impactar. Entender las tres áreas te permite anticiparte. Te permite leer el clima económico y saber si tienes que llevar paraguas».
Las finanzas no son una ciencia oculta reservada para una élite. Son simplemente tres lentes diferentes para ver cómo asignamos recursos escasos en un mundo de necesidades ilimitadas. Ya sea gestionando el presupuesto de un país, el de una multinacional o el de tu propia casa, los principios de ingreso, gasto, ahorro e inversión permanecen constantes.Como bien resumió Luis Alberto Pérez González al despedirnos: «Al final del día, ya sea el Estado, la empresa o la familia, la salud financiera se reduce a una sola cosa: responsabilidad. Entender estas tres áreas es el primer paso para ser ciudadanos más conscientes y libres».

